Todos las navajas Barbudo son diseños propios y únicos, trabajados a mano, con materiales de máxima calidad; con cariño, orgullo, limas y martillos, y con todo el respeto por los que nos legaron esta tradición tan bella. Si filosofía se resume en la estrofa de un fandango: “mi camino es de arriero, mis pasos sobre otros pasos, de los que labran el suelo”.