Adrià de Andrés es un artesano cuchillero, grabador a buril y guarnicionero. Durante más de una década ha trabajado la joyería y el grabado con un marcado lenguaje medieval: motivos sobrios, simbología clara y un profundo grabado acompañado de texturas. Ese rigor pasó al acero cuando a principios del 2024, comenzó a forjar cuchillos a mano. Su inspiración principal es el cuchillo americano antiguo de alrededor de 1900, presta especial atención a cuchilleros cómo Scagel o Randall, o otros más modernos cómo Behring Made, Rocco Handmade o Grizzly Forge.
Piezas pensadas para trabajar, con proporciones equilibradas y soluciones prácticas. A esa base histórica le suma su oficio de grabador, integrando fileworks y grabados profundos que le dan ese toque nostálgico de cuando las cosas se hacían sin prisas. Se decanta por fundas repujadas o con carving y cargadas de detalles. Emplea materiales clásicos combinados con modernos para sus creaciones — aceros al carbono, maderas durables o estabilizadas, cuernas naturales, materiales sintéticos o cueros de primera.
El resultado son cuchillos de trabajo con estética atemporal y cuidada: herramientas fiables, hechas una a una, que respetan la tradición sin renunciar a los avances de hoy. En cada pieza hay un propósito claro: que funcione, que dure y que, al mirarla, se reconozca el oficio.
 
           
            
                                           
                          
           
            
                                           
                          
          