Icel

ICEL nació de un pequeño taller familiar creado en los años cuarenta por tres hermanos en el que se forjaba acero y del que surgían artículos de cuchillería agrícola y de cocina. Este taller estaba situado en Ribafria, un pequeño pueblo cerca de Benedita (Portugal). En sus inicios, la gama de productos estaba formada por navajas de bolsillo y algunos cuchillos fabricados totalmente a mano. El tipo de acero era acero al carbono que se forjaba y templaba con equipos rudimentarios, la energía utilizada se producía a partir del carbón. Los mangos estaban hechos de huesos y cuernos de animales. A medida que la producción aumentaba, la distribución dejó de ser local para pasar a ser regional, y los productos pasaron a estar disponibles en tiendas y mercados de diferentes puntos del país, transportados en su mayoría por ferrocarril. En 1945 el pequeño taller contaba con 25 empleados y se tomó la decisión de constituir una empresa llamada Indústria de Cutelarias da Estremadura, Lda. de la que surgiría la primera marca ICEL.